Cómo superar el miedo y controlar nuestro destino.

Deseamos vivir la vida al máximo, “Vivir cada día como si fuera el último”, probar cosas nuevas y experimentar sensaciones únicas. Pero la mayor parte de nosotros no lo hacemos y nos conformamos con vivir una vida promedio. Sin duda alguna, gracias al miedo.

¿Por qué sentimos miedo?

En el pasado, el miedo nos protegía de los inminentes peligros de la naturaleza, nos impulsaba a crear refugios y a vivir en grupos. Pero han pasado muchos años y aquel miedo que nos protegió en algún momento, hoy en día nos juega en contra.

Es indiscutible que en cierta manera, el miedo aún cumple su función de protegernos. Pero si en pleno siglo XXI tuviésemos una balanza en la cual pudiéramos comparar, todos aquellos peligros reales de los que el miedo nos protege, con todas las experiencias increíbles que de las que nos priva, nos sorprenderíamos de todo lo que nos estamos perdiendo por su culpa.  

Todos sentimos miedo en algún momento de nuestras vidas, en algunos casos, lo experimentamos en más situaciones de las que nos gustaría. Pero hay un detalle que estamos olvidado: somos dueños de nuestra mente, y por ende, de lo que sentimos, esto significa que podemos entrenarnos para no sentir miedo, así que es hora de tomar las riendas de nuestro destino, y dejar de permitir que nuestros sentimientos nos dominen.

¿Cómo superar el miedo?

Hemos dividido este proceso en 6 pasos que de ser seguidos al pie de la letra, el miedo dejará de ser un obstáculo en tu vida, y dominarás cualquier disciplina que te propongas.

Pasos para superar el miedo

1. No escuches a nadie.

Si estás leyendo este artículo es porque eres diferente, quieres ser más que una persona común. Lo anterior implica que debes ignorar a todo aquel que pretenda sabotear nuestro ímpetuSEA QUIEN SEA.
Tú no eres como la mayoría, eso significa que no debes escuchar a la mayoría, la persona común es el modelo exacto de lo que queremos alejarnos, así que no escuches las críticas o “consejos” de amigos o familiares, porque a partir de hoy, juegas en otra liga.

2. Investiga

Ahora que has silenciado el ruido externo, es hora de buscar a alguien que haya logrado lo que quieres lograr (puede ser en internet). No importa lo que quieras hacer, te aseguro que alguien ya lo ha hecho antes, busca su contenido y trata de aprender todo lo que puedas de esa o esas personas, encuentra qué lo motiva y qué camino siguió para llegar donde está.

Sigue esos pasos, no los de las masas.

3. Hora de saltar al agua, aunque esté fría.

Siempre nos decimos “No sé cómo empezar”, pero todos en el fondo sí sabemos que hacer, es cuestión de actuar.  

En este instante, es importante que te concentres profundamente y hagas lo siguiente (preferiblemente estando solo):

Vas a pensar en por qué no has actuado, trata de ver una imagen vívida en tu mente de la razón por la cual no has comenzado a hacer eso que tanto quieres (cierra los ojos si es necesario). Ahora quiero que te imagines vívidamente esa excusa al lado tuyo… Vas a reducirle su tamaño hasta que quede más pequeña que una hormiga, y con toda la convicción posible, sin perder esa imagen en tu cabeza, lentamente vas a repetir 3 veces en voz muy alta: “Soy MUCHO más fuerte que eso”. En ese momento, quiero que vayas y des el primer paso, no importa cuál sea, pero justo en ese momento vas a dejar todo lo que te ha frenado a un lado y caminarás hacia tu nuevo yo. Ve y toma la iniciativa… En este momento tu eres lo único que importa. Si los demás quieren conformarse con lo que la vida les da es su problema, pero a partir de hoy eres diferente.

En dado caso de que no sepas lo primero que debes hacer, haz lo siguiente:

Ve a google.com, y escribe: “Como empezar a ________”, ahora, vas a leer el primer paso. Posteriormente vuelve al párrafo anterior y realiza la actividad al pie de la letra.

Si la actividad del paso 3 es realizada a profunda conciencia y tomándose muy en serio el poder que tiene la mente sobre nosotros, te aseguro que por un instante sentirás que tienes el mundo en tus manos. Así que aprovecha esa oportunidad para dar ese primer salto al vacío. Te aseguro que no te arrepentirás.

Ahora que superaste ese miedo al primer paso, es hora de empezar a buscar la excelencia.

4. Constancia en los primeros momentos.

Para que el cuerpo de un hombre adulto llegue a estar 100% desarrollado, deben pasar 24 años. Esa es la indudable prueba de que todo proceso lleva tiempo y algunas veces, mucho tiempo. Por otro lado, también demuestra que si nunca paramos de avanzar, tarde o temprano conseguiremos nuestro objetivo. Sólo es cuestión de ser pacientes.

Durante las primeras etapas es cuando más se sufre, probablemente nos habíamos planteado objetivos muy altos y sentimos que no estamos ni cerca de ellos. 
Esto es algo totalmente normal. Lo importante no es que tan lejos estemos de nuestra meta, sino analizar qué podríamos realizar mejor, para acelerar nuestro ritmo hacia el objetivo. 

De esa manera, mientras los demás se lamentan por no poder lograr lo que se proponen, tú estarás trabajando día y noche para demostrarles que el tiempo y el trabajo son los encargados de traer el éxito, no las excusas.

5. Hazlo lo mejor que puedas.

Los pasos 4 y 5  son los más importantes, en el momento que perseveras sin límite y buscas en cada momento la excelencia, estás en el camino correcto hacia la gloria. Jamás te conformes con un trabajo hecho. Mantén el enfoque en como el siguiente trabajo puede superar el actual.

6. Estudia la competencia.

Una vez haya superado la etapa de cambio, es hora de entrar a la etapa de ascenso. Ahora debes estudiar a todos aquellos que consideres tu competencia y debes buscar una manera de hacer lo que ellos hacen de forma diferente y 10 veces mejor. Esa ya deja de ser la clave para el éxito, y pasa a ser la clave para el legado.

Ahora tienes el arma más poderosa en tus manos, úsala de manera sabia. Todo lo que deseas está dentro de ti, sácalo y muéstrale al mundo de qué estás hecho

Es hasta que enfrentamos el miedo, que nos damos cuenta que aquello a lo que le temíamos, se veía mucho peor en nuestra mente.

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